El comerciante
Erase una vez un comerciante que iba de mercado en mercado, vendiendo y
comprando cosas. Negociaba para poder amueblar con todos los lujos su nueva
casa. Tenia una casa muy grande gracias a sus comercios con personas
muy importantes.
De repente un día llamaron fuertemente a su puerta, era un anciano que
necesitaba con urgencia el barco del comerciante, por que su hija estaba enferma
gravemente, el anciano quería cuidarla y la única forma de cruzar el gran lago era
con el barco del comerciante.
El comerciante le pidió a cambio cincuenta monedas de oro, el anciano le dijo que
era pobre, y entonces le conto que su hija estaba muy enferma del corazón y se
podía morir de un momento a otro, el comerciante al oír las palabras de aquel anciano sin pensarlo mucho le se lo dejaba como un buen amigo.
El anciano al llegar al puerto estaba muy nervioso gracias a que el comerciante le dejó el barco.
Cuando llego al otro lado del lago, fue corriendo en busca de su hija, después de varias semanas cuando esta estaba recuperada en agradecimiento al comerciante le regalo varias de sus gallinas y todo el mundo estaba
Fin
Jesús I.
Hola Jesús I:
ResponderEliminarLa historia está correcta, quedaría completa con una imagen que lo ilustre, para ser más atractiva su lectura.
Te he añadido otra etiqueta a tu trabajo para saber sobre que tema trata. Saludos