No podía escribir un comentario, así que lo hago aquí.
El viejo señor seguía oyendo voces pero, como a todos le llegó el día y se fue.
Pero antes de irse le pidió a su hija que le sustituyera, y así lo hizo.
Ayudaba a la gente necesitada, les daba cobijo y alimento.
Al cabo de un tiempo se empezó a unir gente, y gente, y gente...
Y se creó la asociación de Médicos sin Fronteras, que a llegado asta nuestros días.
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