Año:2007 Editorial: EbruñoEl gran libro del miedo trata de muchas e interesantes historias terrorificas. Hay cuatro capitulos: I-La muerte. II-La enfermedad y la locura. III-El poder de la mente. IIII-El mal. Opinión:Sinceramente el relato que mas me a gustado ha sido el relato titulado horror tropical. Estamos a ciento treinta días de Melbourne. ¡Dios mío! Elevándose por encima de las planchas del barco, distingo claramente a la luz de la luna una inmensa boca a una braza de distancia. Durante unos segundos, el horrible animal yace como un montón de cordajes babeantes. Al verle todo en mundo se metio en su camarote. Derrepente oigo gritar a Morgan. Instantes después, suena un chillido de terror, y otra vez el espantoso glú, glú. En aquel instante se aye el ruido de unos pasos en cubierta y oigo la voz de Morgan ante la puerta.-¡Abre, Tom! Calla de repente, y lanza un alarido desesperado. Hay un rato de quietud, y observo que está amaneciendo. No se oye nada, excepto la respiración agitada de la Cosa. Cuando sale el sol, el horroroso ser se tumba en cubierta y parece gozar del calor. Balancea la cabeza de lado a lado, lentamente; de pronto, sin previo aviso, se vuelve rápidamente y mira por el ojo de buey. Me aparto de allí, pero no lo bastante de prisa. Me ha visto y aplasta la cabeza contra el cristal. Suspendo la respiración. ¡Dios mío, si rompe el vidrio! Estoy petrificado. Me duermo una hora antes de medianoche. Me despierto súbitamente varias horas más tarde, a causa de un grito de agonía y el horrible glu, glu. A mediodía, oigo una detonación seguida de un mugido ensordecedor. cómo se astilla la madera, y los gritos de los marineros. Me pregunto en vano qué estará sucediendo. Y empiezo a razonar. Por el sonido del disparo, comprendo que se trata de algo más pesado que un rifle o una pistola. y a juzgar por el mugido de la Cosa, el proyectil habrá hecho blanco. Un minuto más tarde oigo un grito, seguido casi al momento por otro agudo crujido. De repente, el ruido rasposo queda ahogado, como si los colmillos pasaran por encima de una sustancia blanca. Joky chilla, y el sonido rasposo cesa totalmente. La Cosa vuelve a estar junto a la mirilla. Busco una herramienta. He de vengar a Joky. Ah, junta a la lámpara se halla el cajón del carpintero Veo un hacha. Salto adelante y me apodero de ella.Me situó a un lado y levanto el arma. La enorme lengua vuelve a abrirse paso, en busca de los restos de Joky. Llega hasta ellos. Entonces, gritando "¡Joky. Joky!", golpeo salvajemente una vez y otra, jadeando ruidosamente. Una vez más, y la monstruosa masa cae al suelo, retorciéndose como una culebra.
5/5 estrellas
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.