Lo sentimos mucho, pero los exploradores de este curso se tienen que despedir por culpa del instituto, así que si tenéis que echar la culpa a alguien es a él. Estos dos cursos no se me olvidarán nunca debido a los buenos y malos momentos, a los mejores y peores días, pero sobre todo este curso nunca se me olvidará por mis compañeros y mi tutora y profesores. El primer curso (5º) fuimos piratas y vivimos mogollón de aventuras, aunque nos faltó saquear algún baro que otro, pero bueno da igual porque, también hicimos retos y, el que adivinase uno en cierto tiempo lo tenía que pegar en un mapa del mundo y, algunos consiguieron rellenar todos los espacios libres. En carnaval nos disfrazamos de piratas y, teníamos nuestra propia bandera. Después del carnaval nos dieron unas monedas que las comprobamos a ver si eran de 50 o más quilates, pero resultaron ser de chocolate (que timo). En ese curso tuvimos una visita inesperada, la de un chico llamado Christian que ayudaba a Rosa I. en todas o casi todas las asignaturas que daba ella.. Aunque Christian nos daba cono se estaba preparando para ser profesor de educación física. En ese curso me lo pasé muy bien, pero no sé por qué sentía que el siguiente curso iba a ser la bomba (y fue la bomba tan potente que provocó un hongo nuclear de 50 metros). En el curso de 6º fuimos exploradores y, además pudimos seguir la BWR donde quedó el primero el Virbac-Paprec 3. En este curso no hicimos retos, pero lo que si hicimos en vez de eso y no me arrepiento fue el Camino Lebaniego, aunque es un poquito pronto para hablar del camino. En este curso nos disfrazamos de romanos en el carnaval, pero romanos auténticos, con caballos y todo y, hasta con un Julio César. Y después de que se metieran todos los demás cursos en sus aulas, nosotros hicimos la posición tortuga. En este curso nos vinieron a visitar Miguel Ángel Revilla, Carmen que va trajinando por el mundo, Fernando Obregón, que se sabe la historia de Cantabria. Como excursión de final de curso hicimos el Camino Lebaniego que consta de 60 km. En un principio íbamos a ir 23/24 niños, pero a medida de que el Camino Lebaniego se iba acercando cada vez iba disminuyendo la cantidad de niños hasta que se quedó en 18 niños (ni tan mal). En el Camino dormíamos en albergues o en cabañas con nombres de montañas de los Pico de Europa. También hemos hecho excursiones en bici o remo, surf... Y con este maravilloso curso los niños y niñas de 6º del colegio se marchan.
PAZ
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